Alimentación en la enfermedad inflamatoria intestinal
Revisamos algunos estudios sobre patrones alimentarios y suplementos que podrían ayudar al control de esta patología.

La alimentación en la enfermedad inflamatoria intestinal: Enfermedad de Crohn – Colitis Ulcerosa

Revisamos algunos estudios sobre patrones alimentarios y suplementos que podrían ayudar al control de esta patología.

La enfermedad inflamatoria intestinal

 Tanto la enfermedad de Crohn como la colitis ulcerosa pertenecen a un grupo de enfermedades del aparato digestivo conocidas con el nombre de Enfermedad Inflamatoria Intestinal. Este tipo de patología tiene un origen multifactorial en el que influyen determinantes genéticos, medioambientales e inmunológicos. Todos estos factores desencadenan un proceso llamado disbiosis intestinal que es una alteración cuantitativa y cualitativa de la microbiota intestinal, comúnmente llamada flora intestinal. La disbiosis es, posiblemente, uno de los objetivos más importantes a estudiar y a tratar en estos pacientes (1) (2). Algunos autores defienden que el patrón dietético occidental muy rico en grasas y energía (calorías) podría ser un factor precursor en la aparición de esta patología (3). Estas enfermedades suelen cursar con dolor abdominal, cansancio, pérdida de peso, deficiencias nutricionales, deposiciones con sangre y hábito intestinal irregular.

   A lo largo del curso de la enfermedad suele requerirse estabilización mediante ingreso en centro hospitalario, posteriormente es necesario llevar un control periódico y un tratamiento antiinflamatorio.

  Vamos a centrarnos en posibles patrones dietéticos y algunos suplementos que podrían ayudar a mitigar los efectos de la enfermedad.

Dietas

   Existen varias opciones que se han postulado como beneficiosas en estos pacientes así como en los que padecen síndrome de colon irritable, son la dieta FODMAP, dieta GAPS, SCD o incluso la paleo. Básicamente lo que hacen estas dietas es minimizar los elementos fermentables en el colon, de esta manera la producción de gas en el interior del intestino es menor y consecuentemente disminuyen las molestias. Habida cuenta de que este tipo de dietas podrían ser pobres en algunos alimentos, en mi opinión, lo ideal es individualizar cada patrón dietético en función de la propia experiencia del paciente con los alimentos evitando abrazar una dieta en sí como un remedio universal.

Probióticos

   Son microorganismos vivos que permanecen activos mejorando la población de bacterias intestinales. No disponemos de evidencia suficiente para generalizar su uso en la enfermedad de Crohn (4) (5), sin embargo, algunos estudios han mostrado resultados positivos en el tratamiento de la colitis ulcerosa cuando son combinados con la terapia estándar (6).

Prebióticos

   Algunos estudios han determinado que los pacientes con enfermedad de Crohn inactiva suelen hacer dietas más ricas en fructanos y oligofructanos que los pacientes con enfermedad activa (7) (8). La fuentes ricas en estos productos son la achicoria, el plátano o la cebolla entre otros. En la colitis ulcerosa algún estudio ha determinado un descenso más rápido de la calprotectina fecal (este es un marcador de buena evolución cuando desciende) (9). No obstante, se requiere más estudios bien diseñados para lograr una evidencia que permita generalizar el uso de estos productos en la enfermedad inflamatoria intestinal.

“En mi opinión, lo ideal es individualizar cada patrón dietético en función de la propia experiencia del paciente con los alimentos evitando abrazar una dieta en si como un remedio universal”.

Conclusión

Para tratar de resumir todo lo posible este artículo podríamos concluir lo siguiente:

1. Llevar una dieta saludable adaptada a los gustos y tolerancia del paciente incluyendo al menos 20 gramos de fibra que provenga de fuentes como la achicoria, papas, legumbres, cebolla, ajo, avena, puerros… Por otro lado si son bien tolerados, los alimentos fermentados son una opción fantástica para la salud de la microbiota intestinal.

2. Estudia tus niveles de vitamina D y B12 y adapta la dieta para que sea rica en estas vitaminas o toma un suplemento si es necesario.

3. Consulta con tu gastroenterólogo la posibilidad de introducir un suplemento probiótico y/o la curcumina, en caso de colitis ulcerosa, con tu tratamiento habitual.

Saludos y hasta la próxima.

 

 

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