CONSEJOS NUTRICIONALES PARA LA GASTRITIS POR HELICOBACTER PYLORI
En este artículo te damos algunos consejos nutricionales para aliviar el padecimiento de la gastritis y te proponemos algunos suplementos que pueden ayudar al tratamiento erradicador de la infección causada por helicobaster pylori.
La enfermedad
La infección por helicobacter pylori (HP) suele iniciarse en la infancia con la colonización del estómago y duodeno por este microorganismo. Este proceso puede durar décadas. La infección va produciendo una agresión en las paredes digestivas con la consecuente destrucción del tejido allí presente. Esto conduce a una gastritis atrófica y una aclorhidria (ausencia de ácido clorhídrico en el estómago). Esta situación supone un aumento de riesgo para otras patologías como la úlcera, el cáncer de estómago, linfoma MALT entre otras, y produce también un déficit de determinados nutrientes como la vitamina B12, hierro, calcio, magnesio y zinc.
Los síntomas asociados a esta patología suelen ser dolor abdominal de tipo punzante, hinchazón, acidez, náuseas, sensación de plenitud o pérdida de apetito entre otros.
El tratamiento erradicador se basa en antibioterápia y protectores gástricos.
Dieta y suplementos
Sal: la sal es irritante en sí misma, por tanto actúa sinérgicamente con el HP en el proceso inflamatorio y en el aumento de incidencia de otras patologías. Por tanto es recomendable reducir o incluso prescindir de su uso.
Hierro: dado que las pérdidas de hierro están aumentadas en esta patología y que la aclorhídria disminuye su absorción, es muy recomendable hacer una buena ingesta de productos ricos en hierro, en esta entrada del blog te damos consejos a este respecto.
Zinc: los estudios no son concluyentes, pero algunos datos apuntan a que un correcto aporte de este nutriente en la dieta disminuye la gastritis.
Níquel: el HP necesita este metal para su metabolismo y se ha visto que una dieta libre de níquel aumenta las tasas de erradicación con el tratamiento.
Microbiota: realizar una dieta rica en pre y probióticos ayuda al control de la enfermedad dado que una de las consecuencias de esta infección es la disbiósis. La disbiósis es una alteración del equilibrio en la población de bacterias intestinales que influyen negativamente en nuestra salud, por tanto un buen aporte de pre y probióticos es esencial. La suplementación con scharomices boullardii ha mostrado aumentar las tasas de erradicación, y la de lactobacillus GC no ha mostrado aumentos en las tasas de erradicación pero sí en la disminución de efectos secundarios de la terapia erradicadora.
Lactoferrina: ésta es una proteína relacionada con el metabolismo del hierro, se ha comprobado que podría actuar sinérgicamente con la antibioterapia en la erradicación.
Isotiocianatos: estas moléculas inhiben al HP, podemos obtener una cantidad adecuada en nuestra dieta incluyendo brotes de brócoli, en torno a 70 gr al día son suficientes para tener un aporte adecuado.
Derivados fenólicos: producen una inhibición de la adhesión del HP al tejido digestivo, una buena fuente de estos es el extracto de arándanos.
Miel: nos referimos a la miel manuka y de roble, tiene efectos antibacterianos debido a su contenido en peróxido de hidrógeno, baja osmolaridad y pH. Se puede utilizar una vez a la semana para ayudar a la erradicación.
Aceites y ácidos grasos: existen aceites que han mostrado capacidad bacteriostática frente a HP, en concreto son los aceites de pescado, de semilla de grosella, de semillas de pomelo, de semillas de zanahoria y nuestro maravilloso aceite de oliva virgen extra.
Extracto de artemisa y/o té verde: estas sustancias han sido probadas en modelos experimentales basados en ratones, y han demostrado tener un efecto “rejuvenecedor” en la mucosa gástrica, especialmente efectivo contra la gastritis atrófica y como supresor de la génesis tumoral.

“En ningún caso este tipo de suplementos puede sustituir el tratamiento erradicador (antibióticos) que se utiliza para combatir la infección por helicobacter pylori, no obstante puede servir de ayuda y aumentar la efectividad del mismo.”
Cambios en la dieta diaria: los siguientes cambios en la dieta que llevamos día a día pueden hacernos mejorar lo síntomas y evolución de la enfermedad.
1. Cocinar al vapor, hervido u horneado.
2. Seleccionar cereales blancos.
3. Consumir las verduras sin piel evitando la más flatulenta.
4. Consumir las frutas sin piel, cocidas o en compotas. Evitar las más ácidos.
5. Seleccionar carnes magras, pescados y la clara de huevo como fuentes ideales de proteína.
6. Lácteos desnatados y poco fermentados.
Estos seis puntos van enfocados a facilitar el proceso de digestión, lo cual hará disminuir considerablemente las molestias propias de la gastritis.
Por otro lado hay una serie de aspectos en la dieta que deberíamos evitar para mejorar de esta patología, a saber:
1. Moderar o evitar si nos sienta especialmente mal el consumo de ajo, cebolla, tomate y pepino.
2. Evitar los picantes y embutidos.
3. Evitar el chocolate, la bollería y productos de pastelería muy grasa.
4. Evitar el consumo de alcohol y bebidas azucaradas.
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BIBLIOGRAFIA:
Nutrition and Helicobacter pylori: Host Diet and Nutritional Immunity Influence Bacterial Virulence and Disease Outcome. Kathryn P. Haley1 and Jennifer A. Gaddy
Diet and Helicobacter pylori infection. Łukasz Hołubiuk, Jacek Imiela
Dietary Intervention of Artemisia and Green Tea Extracts to Rejuvenate Helicobacter pylori-Associated Chronic Atrophic Gastritis and to Prevent Tumorigenesis. Migyeong Jeong, Jong-Min Park, Young-Min Han, Napapan Kangwan, Sang-Oh Kwon, Bok-Nam Kim,
Won-Hee Kim§ and Ki-Baik Hahm
Chronic gastritis. PENTTI SIPPONEN & HEIDI-INGRID MAAROOS
The human gastric microbiota: Is it time to rethink the pathogenesis of stomach diseases? Gerardo Nardone and Debora Compare