Desmitificaciones 1 El Desayuno

Cuando alguien se plantea bajar de peso escucha sentencias como esta sobre el desayuno: «el desayuno es la comida más importante del día», «hay que desayunar como un rey…» ¿Hay evidencia científica para refrendar esto? Como siempre vamos a analizar esta premisa con lo que nos dice la ciencia. Probablemente la única interesada en que esto sea una verdad absoluta es la industria alimentaria, especialmente los fabricantes de cereales de desayuno (que dicho sea de paso, me parece una opción poco interesante como alimento, ya sea en el desayuno o en cualquier otro momento del día).
Vamos a ir analizando datos según algunos estudios científicos. Pero antes una puntualización: ¿Qué significa desayunar? El desayuno es aquella comida que rompe el ayuno nocturno qué hacemos cada día, por tanto si nuestra primera comida es a mediodía o a las cuatro de la tarde, ese es el desayuno, así que se mire como se mire todos desayunamos cada día. El problema viene cuando alguien fija un horario y especialmente un contenido en esa comida, ahí es donde interviene la industria alimentaria.
Los estudios
Por un lado tenemos estudios en el que se observa que la gente que se salta el desayuno suele tener una IMC (índice de masa corporal) más elevado. Por tanto podríamos concluir, a bote pronto, que «saltarse el desayuno engorda», sin embargo, como he hecho en algunos artículos anteriores a este, los «estudios observacionales» no establecen causalidad sino correlación, hacerlo es una falacia llamada “Cum hoc ergo propter hoc”, o lo que es lo mismo: correlación no implica causalidad. Que no te engañen, coger estudios de este tipo para refrendar verdades «absolutas» no tiene validez alguna. (Como curiosidad si tienes interés en ver ejemplos en los que se usa esta falacia puedes buscar en la red. Está llena de artículos e incluso memes sobre el tema, por ejemplo uno que relacionan las apariciones de Nicolas Cage en el cine con el calentamiento de la tierra, jeje. La publicidad nos llena la cabeza de falacias de este tipo, y la industria alimentaria no te cuento…)
Demos un paso más y veamos algún estudio de intervención, en estos estudios sí se busca causalidad. Hay estudios para todos los gustos, algunos encuentran que saltarse el desayuno disminuye la ingesta calórica total y por tanto disminuyen el peso corporal y otros no hallan está relación. Te recomiendo usar el sentido común, ¿crees que todas las personas desayunan lo mismo?, ¿crees que todos controlamos igual el hambre?, ¿crees que todos desayunamos o podemos desayunar a la misma hora? NO. Los estudios son ambiguos porque los patrones conductuales son distintos, por tanto ni siquiera con estos estudios podríamos concluir que todos deberíamos desayunar o dejar de hacerlo, porque los hábitos individuales son dispares.
Voy a centrarme en un estudio que sí me parece interesante porque, resumiendo, analiza la sentencia tan repetida que dice «no adelgazas porque no tienes el hábito de desayunar». En el estudio se analizaron 49 mujeres que habitualmente no desayunaban y se asignaron aleatoriamente a dos grupos, el grupo «desayuno» y el grupo «no desayuno». ¿Saben lo que ocurrió en el grupo que comenzó a desayunar? ¡Que aumentaron su ingesta calórica en 266 kcal y ganaron peso! Quiero destacar dos aspectos importantes para mantener una dieta saludable, por un lado la idea de que lo importante no es el número de comidas al día sino el contenido calórico total y comer alimentos de calidad, y por el otro, que cambiar los hábitos puede tener unas consecuencias extraordinarias o desastrosas para una persona. Como siempre abogo por difundir conocimiento y no bulos.
Conclusión
Por un lado podemos exponer unas conclusiones generales, que serían que no existe evidencia científica que sostenga que desayunar adelgace o que no desayunar engorde. Por tanto no existe justificación científica para recomendar a todo el mundo que haga una cosa u otra. Por otro lado podemos exponer unas conclusiones específicas desde el punto de vista de la salud en las que sí podemos definir algunos casos en los que es recomendable desayunar, a saber:
– Embarazadas.
– Personas prediabéticas o diabéticas con mal control de su glucemia ya que en algunos estudios se han visto algunas alteraciones de este parámetro así como elevaciones no significativas del colesterol.
– Deportistas que tengan que trabajar con picos de rendimiento en horas tempranas.
– Personas que tengan mucha dificultad para controlar el hambre.
Y por último, por si a alguien le interesa, mi opinión personal. En mi caso el desayuno es fundamental, me encanta empezar el día con una comida lo más completa posible que incluya muchos alimentos de calidad, especialmente si ese día tengo programada una actividad física importante. Además, en mi caso, sí noto que la ausencia de alimento a primeras horas del día me produce cierto malestar físico y muchísima hambre. Por otro lado, me parece un momento ideal para compartir en familia y arrancar el día con energía. Dicho esto, te recomiendo que acudas a un profesional cuando quieras cambiar tu salud porque, recuerda, que no todo funciona igual para todos. Hay que analizar cada caso para obtener buenos resultados y que no te den gato por liebre.
Como corolario quiero compartir con ustedes una imagen:

Pueden observar como este paciente ha perdido 14,1 kilos (prácticamente todo de grasa corporal), pues la premisa del paciente el primer día de consulta fue «no voy a desayunar bajo ningún concepto algo que vaya más allá de un café solo». Se plantean aquí dos circunstancias, por un lado el paciente ya venia con la idea previa de que si no desayunaba no tenia nada que hacer, y por otro lado ¿que habría pasado si la respuesta desde la consulta hubiese sido «el desayuno es la comida más importante del día, y como no desayunas estás obeso»?… sobran 14,1 kilos en la repuesta ¿No? Lo dicho, hay que individualizar cada caso.
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