¿Cómo eliminar la grasa localizada?
La grasa se acumula en mayor cantidad en determinadas zonas del cuerpo siendo muy difícil de eliminar, ¿cuál es el motivo?
La lipoproteinlipasa, los genes y la evolución.
El proceso de acumulación de grasa en el cuerpo es muy complejo. Una de las grandes responsables de dicho proceso es una enzima llamada lipoproteinlipasa. Su función básica es recoger de la sangre la grasa y enviarla directamente a un almacén llamado tejido adiposo que está formado por unas células llamadas adipocitos. Cuando estos adipocitos se “hinchan” de grasa hablamos de un proceso llamado hipertrofia celular y cuando se multiplican en número hablamos de otro proceso llamado hiperplasia.
¿Qué determina cuanta lipoproteinlipasa hay en según que sitio?
La genética. Todos tenemos una dotación genética que determina nuestra composición corporal. En las zonas donde se encuentre más lipropoteinlipasa se acumulará más grasa. Los genes influyen por dos vías, por un lado según la herencia que tengamos de nuestros ancestros, y por el otro según nuestro historial vital en cuanto cambios de peso se refiere. Es decir, si a lo largo de nuestra vida hemos ganado peso en muchas ocasiones, en aquellas zonas donde más se haya depositado la grasa serán las zonas donde más cueste eliminarla ya que nuestro organismo se resiste a deshacerse de los nuevos adipocitos y lo que hace es “deshincharlos”. El cuerpo tiende a revertir la hipertrofia pero no la hiperplasia, es por este motivo que es tan importante controlar la obesidad en etapas tempranas de la vida. A este proceso en el cual el estilo de vida modifica como se expresan los genes se conoce como epigenética y es un proceso clave en la evolución del ser humano y en el desarrollo de la obesidad.
La evolución del humano como especie. Hay una teoría que defiende que el ser humano se ha especializado a lo largo del tiempo en “ahorrar energía” acumulándola en forma de grasa para utilizarla con posterioridad en las épocas de hambruna, esto conocido como thrify genotipe o genotipo ahorrador. Atendiendo a esta teoría se entiende por qué razón nos cuesta tanto perder grasa corporal, simplemente porque millones de años han fijado esta característica. Como toda teoría tiene sus detractores pero conviene tener en cuenta siempre la perspectiva evolutiva. Por otro lado, también se especula que la localización de la grasa se debe a la economía del movimiento. En el hombre se acumula preferentemente en el abdomen para no dificultar su movimiento bípedo y poder recorrer largas distancias, y en la mujer antes de la edad fértil en caderas y nalgas para no dificultar el proceso de gestación, posteriormente a la edad fértil se tiende a acumular en el abdomen al igual que en el varón.

“ Al proceso en el cual el estilo de vida modifica como se expresan los genes se conoce como epigenética y es un proceso clave en la evolución del ser humano y en el desarrollo de la obesidad”.
¿Cómo eliminamos la grasa localizada?
¿Cómo hacemos desaparecer, por ejemplo, la grasa localizada en el abdomen? Si han pensado en hacer exclusivamente abdominales les adelanto que no sirve de nada si no controlan su alimentación (salvo que sean capaces de hacer ininterrumpidamente 45-50 minutos de abdominales todos los días…). Cuando comenzamos un proceso de control de alimentación y ejercicio la grasa subcutánea (los michelines), al igual que la visceral, será movilizada por el organismo mediante complejos sistemas y la eliminará homogéneamente de todo el cuerpo, no sólo de la zona que estamos machacando físicamente. Para explicar este hecho muestro un simple ejemplo, todos hemos visto que cuando alguien comienza a perder peso con ejercicio y dieta pierde grasa en la cara por ejemplo (y no ejercitamos los músculos faciales). Obviamente en los lugares donde más grasa se acumule más costará eliminarla. Lo que sí lograremos haciendo abdominales es tonificar la faja lumbar, lo que permitirá retener el empuje natural de los intestinos y disminuirá la curvatura de la barriga.
Otra opción muy habitual es acudir a la cirugía u otros procedimientos similares. Los estudios clínicos y experimentales realizados han demostrado que el cuerpo tiende a redistribuir la grasa y a reponerla en aquellas zonas donde es eliminada de manera brusca.
En conclusión, para eliminar la grasa, ya sea localizada o visceral, lo mejor es controlar la alimentación para lograr un déficit calórico que permita al organismo usar sus propias reservas de grasa. Es muy importante tener en cuenta que los esfuerzos que hagamos para lograrlo deben ser asumidos con naturalidad. No creo en las dietas milagro sino en bajar de peso de manera equilibrada y saludable cambiando nuestro estilo de vida, si no es así tendremos muchísimas probabilidades de recuperar todo o más del tejido graso que hayamos logrado eliminar.
Saludos y hasta la próxima.
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