Obesidad sarcopénica, el camino hacia la fragilidad

 

En este artículo vamos a hablar de la sarcopenia. ¿Qué es la sarcopenia? Un déficit de tejido muscular.  Los casos de obesidad sarcopénica son aquellos en los que al exceso de tejido adiposo «grasa» (esta es la definición de obesidad y no el exceso de peso corporal) se le añade un déficit de masa muscular. En la mayoría de los casos de obesidad suele coexistir un exceso de peso corporal.  Es muy probable que en este punto te plantees ¿puede existir obesidad y normopeso? Es decir ¿puede existir obesidad en personas delgadas en apariencia? La respuesta es sí, y es justamente este el tipo de caso al que me gustaría dedicarle la entrada actual del blog. Como dato relevante, reseñaremos que a partir de los 50 años la masa muscular declina entre un 1 y un 2 % (Hughes VA, et al 2002). Estos porcentajes son más altos en personas sedentarias y dos veces mayores en los hombres que en las mujeres.

 

   Si sospechas que, aún estando en un peso «ideal», tu masa muscular es muy baja te interesa leer el caso que planteamos a continuación y ver la solución para evitar problemas médicos futuros, mala movilidad, problemas óseos… Como nota, les indicamos que todos los pacientes que hemos atendido en la consulta con obesidad sarcopénica se han dado en mujeres entre los 20 y los 50 años de edad.

El caso

Se trata de una mujer de 35 años, 1,70 metros de estatura y 65,9 kilos de peso, por tanto el  índice de masa corporal (IMC a partir de ahora) resultante es de 22.8  que nos define un peso corporal en límites normales (normopeso). Llegados a este punto y usando el IMC como referencia podríamos afirmar con rotundidad que no estamos ante una persona obesa, ni siquiera con sobrepeso. Lamentablemente estaríamos cometiendo un error, es por eso que deberíamos saber que el IMC es un buen indicador para medir poblaciones de estudio, pero por si solo no es un buen parámetro para valorar la obesidad en sujetos individualmente. Tras hacerle el pertinente estudio de análisis de composición corporal analizamos los resultados.

Si analizamos el porcentaje de grasa corporal el valor obtenido es de 37,2%, lo cual representa un exceso de tejido adiposo (obesidad). Se ve en la gráfica en gris claro el parámetro de normalidad, que en el caso de este paciente estaría entre 18 y 28%, que es ampliamente superado.

Como observamos en esta imagen la paciente presenta un nivel de proteínas bajo 7,8 kg respecto a un nivel inferior de 8,3 kg, por tanto podríamos establecer  que la paciente presenta una malnutrición proteica. Debemos apoyarnos en una analítica que refrende nuestros datos (siempre la pedimos en nuestra consulta).

Si valoramos el estado de la masa musculoesquelética presenta un valor de 21,6 kg que está en torno a un 83% del valor deseado estando el rango de normalidad entre el 90% y el 110%, por tanto podríamos establecer que presenta una masa musculoesquelética deficitaria.

Por último observamos que el nivel de grasa visceral se sitúa en 126,7 cm cuadrados lo cual supera en 26,7 cm el valor deseado, este dato también es muy elocuente ya que el perímetro de cintura medido es tan solo de 72 cm siendo el nivel superior en mujeres de 88 cm.

«¿puede coexistir obesidad y normopeso? Sí, y lo más importante es que la solución o tratamiento que habitualmente se les ofrece a estos paciente es parte esencial del problema.»

En conclusión no encontramos ante una paciente que en una valoración estándar de peso (IMC) y perímetros (contorno de la cintura) estaría dentro de los rangos de normalidad, pero que al utilizar criterios más específicos presenta una obesidad sarcopénica. De ahí la importancia de hacer estudios profundos y personalizados a cada paciente.

¿Por qué ha ocurrido esto?

Son múltiples los factores los que determinan la aparición de este tipo obesidad, por  lo tanto no podríamos definir un solo causante. En este caso me inclino a pensar que el sedentarismo combinado con unos hábitos nutricionales restrictivos (es decir comer poco) han influido de manera determinante. Sin embargo, lo preocupante de este tipo de casos, y que me gustaría que quedara como mensaje principal, es que la solución habitual que se les ofrece a estos paciente es parte esencial del problema.

Para reflexionar sobre el caso les pregunto ¿por qué creen que ha decidido la paciente acudir a consulta? Porque según su criterio presenta un exceso de peso corporal, aquí está el matiz, todo se relaciona con la báscula, quiere bajar de peso corporal porque este le parece excesivo y antes pasaba menos. La oferta habitual que espera este paciente es pautar una dieta hipocalórica.  Es muy sencillo, así el paciente baja de peso y se va contento. Esa no es la filosofía de nuestro centro. Como médico les digo que justamente es este planteamiento el que agravará el caso porque perderá aun más masa muscular y su organismo cada vez será más débil.

Nuestro enfoque en la consulta es diferente y muy difícil de asumir de primeras por una persona que quiere bajar de peso corporal. Nosotros proponemos justamente lo contrario de que lo que el paciente espera, le propondremos hacer una dieta hipercalórica personalizada asociada a un plan de entrenamiento que lleve a mejorar su masa musculoesquelética para posteriormente tratar el exceso de grasa corporal con una dieta más restrictiva. Los resultados de bienestar general de los pacientes y la mejora física que experimentan en pocos meses refrendan esta respuesta avalada por la ciencia.  Obviamente en las fases iniciales esto lleva a un aumento de peso corporal (porque ganaremos masa muscular y algo de tejido adiposo) lo cual supone una barrera infranqueable para alguien que, en la mayoría de los casos, lleva años esforzándose en perder peso a base de restringir su ingesta calórica. Tal y como se le atribuye a un físico muy famoso «locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados».

Si quieres que analicemos tu caso no dudes en contactar con nosotros.

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